CONSEJOS PARA UNA BUENA HIGIENE BUCAL

Cepillar los dientes de forma regular, todos los días, es muy importante para eliminar la placa bacteriana que se deposita en los dientes y prevenir enfermedades periodontales. Una mala higiene bucodental no solo se asocia a problemas en la cavidad bucal sino también a otros problemas en el organismo producidos por la entrada de bacterias a través de la boca. Es fundamental seguir estos consejos para asegurarnos una buena salud:

 

  1. Cepíllate los dientes y encías todos los días, después de las comidas, tres veces al día. Los alimentos acumulados pueden variar el pH de la saliva, necesario para evitar la acumulación de sarro y la desmineralización del esmalte.
  2. Escoge el cepillo y pasta de dientes adecuado. Para elegir el tipo de cepillo dental que más te conviene puede preguntarle a tu dentista, él te aconsejará en función de tus características cuál te conviene más. Así como, el tipo de pasta de dientes más adecuado para tu boca.
  3. Utiliza la seda dental para eliminar los alimentos acumulados entre los dientes, en espacios pequeños. No es necesario que lo uses después de cada comida pero al menos una vez al día es muy importante o cuando notes que algo se ha acumulado entre dientes.
  4. Utiliza los cepillos interdentales si el espacio que queda entre los dientes es amplio. Los cepillos interdentales son una gran ayuda para limpiar entre los alambres de la ortodoncia o por debajo de los puentes.
  5. Al final de la limpieza utiliza enjuague bucal. El colutorio puede ser un gran aliado para tener un aliento agradable o para ayudar en la prevención o tratamiento de alguna enfermedad periodontal. El enjuague bucal es un complemento al cepillado, nunca podrá sustituir la limpieza dental.
  6. Si no puedes cepillarte los dientes después de la comida, puedes comer alimentos crujientes (fruta o verdura) o mascar un chicle. Masticar un chicle favorece el efecto arrastre y aumenta la producción de saliva. Durante el proceso de masticado se estimula la producción de bicarbonato sódico en la saliva lo que neutraliza los ácidos y favorece la mineralización de los dientes. Sin embargo, esto se puede realizar en situaciones puntuales no para sustituir la higiene bucodental diaria.
  7. Cambia tu cepillo de dientes cada 3 o 4 meses y el cepillo interdental cada 4 o 5 días, o bien cuando las púas estén desgastadas o deformadas. Es importante renovar el cepillo de dientes porque las bacterias pueden acumularse entre las cerdas.Procura utilizar un cepillo dental de bambú, para contribuir con nuestro planeta!
  8. Visita a tu dentista 1 o 2 veces al año y realiza una limpieza dental todos los años. Tu dentista podrá comprobar el estado de tu boca y así prevenir enfermedades periodontales.

No olvides cepillarte diariamente los dientes y hacerlo de forma correcta para evitar la proliferación de caries. Una buena salud bucodental es importante no solo para tu boca sino para tu organismo.

 

Rechinar los dientes es un problema odontológico cada vez más frecuente en la población del mundo occidental. Relacionado con el estrés, afecta especialmente a las personas que viven en las grandes ciudades, con un grado de ansiedad mayor por el ritmo de vida que estos entornos propician.

El hábito de rechinar los dientes suele acentuar algún tipo de patología de la Articulación Temporomandibular, llamada con frecuencia por sus siglas: ATM. Esta articulación actúa como una doble bisagra que permite que la mandíbula se mueva con respecto al resto del cráneo y habilita los movimientos necesarios para hablar, masticar, reír…

Cuando forzamos involuntariamente los músculos que activan la articulación temporomandibular, creamos y mantenemos posiciones de tensión, lo que tiene consecuencias en nuestra estructura orofacial: la cabeza y el cuello.

 

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